Cantaba un grupo rock español aquello de ‘Maneras de vivir’. Algunos elegimos el humo a pesar de que nos digan los apóstoles de la salud ajena que vamos camino del cadalso. Ahora hemos conocido una forma de morir realmente novedosa: un medicamento destinado a abandonar el vicio del tabaco incluye un mensaje por el posible riesgo de suicidio.
Vendida bajo las marcas Chantix en Estados Unidos y Champix en Europa, la vareniclina es un fármaco que supuestamente actúa sobre los receptores de la nicotina en el cerebro. Esta semana la FDA, agencia norteamerciana que aprueba la venta de medicamentos, ha iniciado una investigación para aclarar si existe relación entre el uso del fármaco y un aumento de los pensamientos suicidas y comportamiento errático. El caso se ha iniciado a raíz de un suceso en el que estaba involucrado un paciente que tomaba este medicamento.